Mañana
del Corpus
Se ha vestido de jedrea
de luz y de terciopelo
y de reflejos de cielo
la placeta de mi aldea.
Las calles son una alfombra
de pétalos y de rosas
que se extienden olorosas
por el sol y por la sombra.
Lucen sus galas mejores
las puertas y los balcones
y suenan bellas canciones
de niños y de mayores.
Hay flores en las ventanas
y cánticos en la calle
y resuenan en el valle
los ecos de las campanas.
El pueblo está engalanado
de luces y de salmodia
porque pasa la Custodia
con Jesús Sacramentado.
Se desborda la alegría
y se contagia el fervor;
todo es un himno de amor
y de fe en la Eucaristía.
Arturo Y. A.
Imagen: https://www.google.es
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