martes, 15 de julio de 2014

Fue paloma con alas



Fue paloma con alas.
Entre el llanto y la risa ella bailaba,
repartía sus perlas por el aire
caminando coqueta y atrevida.

Del manjar de su vida ella sabía.
En soledad paría,
entre lujuria y llantos, ella sola,
mas nadie nunca vio
las espinas y rosas de su alma,
su dolor era dulce.

Mecía con sus manos
albas y atardeceres.
Se sentía su canto y, con su voz,
la vida de su cántaro llenaba;
de gozo y alegría iba cubriendo
sus ganas de volar
y sentirse mujer.


Iorana (Maggie Carson)

sábado, 7 de junio de 2014

EN MI PUEBLO


Se ha entretenido el aire
soplando en los rescoldos del pasado.

Olor a chimenea, a humo, a enebro,
a resina, a musgo mentolado,
a esencia de mujer en día festivo,
olor que me devuelve las caricias y abrazos.

Se ha encendido el paisaje de mi pueblo
con puntitos de nieve destellante
que los rayos del sol van derritiendo
y en charcas por los prados van quedando.

Me encuentro renacido en los bosques,


embobado en su embrujo,
traspasado en el misterio de un silencio
roto solamente por el ronco graznido del ave
que lo lanzó escondida entre las brumas
y que del valle al cerro está vagando.

Ahora, de mayor ya no me atrevo
a resbalarme locuaz por los deshielos
y a tirarme en la parva de la nieve
para dejar mi silueta con un “santo”.

Pero corre de nuevo por mis venas
la hogareña alegría de encontrarme en mi pueblo;
otra vez con pasión siento el fuego,
otra vez con mi pueblo me encanto.

Víctor del Río


…………  fotos Imma Cauhé

miércoles, 7 de mayo de 2014

El día que naciste



En el parto, me partí de risa,
porque de lista, me olía la sinfonía,
beethoven había nacido ese día.

No el músico, el poeta arihuense,
y qué ruido el niño, ¡Madre mía!
Por megafonía llamaban a una chiquilla.

El silencio se hizo inmenso,
al salir el Docto comiendo nueces,
con la bata roída por ratones del techo.

Haikus descifraban a punta de timbales
unos enfermeros, en hospitales,
frente al recién nacido poeta.

Y una gaditana, de lejos, con dos locuelas,
hacían ruido, emocionadas y expectantes,
ansiando este instante de encuentro.

Entre Beethzar, el poeta amigo, hoy día,
Luci, la chiflada, María y yo,
unas nueces ricas, en tu compañía.


Luci

viernes, 4 de abril de 2014

El Gnomo Luel (Poesía Infantil)




Donde el polluelo se pierde
con su plumaje bajo el brazo,
él lo acerca a su agradecida madre;
donde a la ardilla le duele sus incisivos
él limpia con largos cepillos su boca;
donde lloran los gazapos huérfanos
él alimenta con mamaderas calientes;
donde el ave se hiere con púas de un cactus,
él sana con savia de la flor del alhelí;
donde la hiena triste no se ríe
él entre barbas, cuenta sus chistes.

Con vellones de oveja enredados en las cercas y
el pelaje de los zorrinos que pierde en sus cuevas,
teje sus largos calzoncillos, calcetines y camisetas.
Con su chaqueta verde y su gorro puntiagudo
se sienta en ese colchón de confortable nieve.
Ya, con su panza llena de setas y bellotas
a contemplar sonríe, rebosante de vivencias.
Girando su cabeza, en derredor, bien despacito,
se da cuenta de que gracias a él, la naturaleza está:
-¡¡¡Viva!!!...

(Exclama Luel, feliz a los cuatro vientos).

María Inés Arias

jueves, 20 de febrero de 2014

Te quiero mío


 



Porque no alcanzo a ver
de tu corazón  el horizonte,
mis manos no podrán
regalarte este lirio, aunque quisieran;
se habrán de conformar
con dibujar mi alma enamorada.

La tuya, adormecida, nunca piensa
en este atormentado corazón.
Mientras brilla la aurora, sin embargo,
cuidarán las estrellas
del amor que te tengo, aunque bien sé
que nunca de tus labios
oiré yo un “te quiero.”

Va carcomiendo el llanto las heridas
de mi vida vacía.
La magia de tu voz y sólo ella,
diciendo que me amas
y que cada latido es un “te quiero”,
podrían mitigarme este dolor.

Necesito, amor mío,
poder rozar tus labios con mis dedos.
Necesito, mi amor, que las estrellas
y los luceros todos de la noche
alumbren el camino
que hacia ti me conduce.
Tú eres para mí
clavel inalcanzable, cuyas hojas
el aire las esparce y queda en nada.
Mientras tanto, mi mente,
a la luna, celosa por mi amor,
la increpa con un grito.

Dime hasta cuándo, amor,
susurrarán por ti las caracolas
en tus oídos sordos.
Alejada tu alma de mi ser,
tú no me escuchas nunca.

Quiero dormir contigo
entre los girasoles
y tan sólo una noche hacerte mío
para que sepas tú cuánto te amo.

Mis lágrimas son puras
y puros mis deseos y mis lujurias puras.
Con mis ojos cerrados te veo caminar
vestido de verano y regando las rosas.
Sonríes y mis manos enloquecen,
enloquece mi alma,
y, toda loca yo,
de tu risa perezco en la locura.

Yo quisiera alumbrar mi camino hacia ti
como humilde luciérnaga,
mas, no puedo y estoy desesperada.
Yo quisiera abrazarte con toda mi ternura
y dejarte clavado con este dulce amor
que en mi pecho se clava.

Fantasías y penas mías son,
mío te quiero, amor, mío te quiero.

Maggie Carson

……….

miércoles, 12 de febrero de 2014

A Beethzart


Entre adagios y romances
su pluma se desliza
mientras su orquesta imaginaria
ejecuta la balada que fascina.
Tiene el don melodioso
de la palabra fina
mezcla acordes y eufonías
con singular maestría.
Al ritmo de sus cantares 

las musas se desvelan
con sus himnos silenciosos
saraos hay en el Parnaso.
Entre clásicos de Beethoven
y el prodigio de Mozart
va rimando con consonantes
silabando los placeres.
A la sombra de sus letras
la doncella enamorada
ya deshoja margaritas
que la suerte favorece
con el pétalo del sí.
Cada compás es afinado
entre rimas y sonatas
canta el mirlo abanicando
sus plumas azabaches
bajo el fresco mandarino.
Un ritardo cadencioso
acaricia las estrellas
la luna sueña ilusionada
arrullada por sus versos.
Todo el día se ilumina
con sus alegres melodías
en la claridad del cielo
la nube airosa se pasea.
Un vals danza la dama
con desplazamientos cadencioso
en allegretto movimiento
recuerda su primer amor.
Orfeo le legó su lira
en el nostálgico otoño
le ha cantado al cancerbero
sus canciones de protesta.
Maestro bien amado
de las letras sembrador
es fecunda tu cosecha
y la siega sin igual
tus alforjas has colmado
con la flor de la humildad.
La abejas revolotean
inoculando los enjambres
así esparcen las semillas
de un amigo sin igual.
Con las alas desplumadas
ha llegado a tu ventana
alondra la avecilla
que acompaña a los juglares
a los bajos y tenores
con su voz de soprano
te ha compuesto un madrigal
usando blancas, negras y corcheas
para decirte… ¡gran amigo!
Para ti… esta vez
son mis cantares.

Alondra

……….