miércoles, 29 de febrero de 2012

Marga



Esta sangre maldita se te quedó dormida
por la hoja amarilla de un otoño morado
al día de raparte la cabecita hermosa,
¡que no crea la quimio que te dejó pelona!

Ya no estás, Margarita. Aquel que colecciona
con la lupa en la mano –pues es muy viejo ya-
se ha pegado el gustazo de cosecharte el alma
y comprobar gozoso que no la tiene “repe”.

Se nos bebió el cangrejo la botella de vino.
Hicieron falta tres cangrejos con sus pinzas
para pinzarte, tercos, la arteria de la vida.
Ya no podrás hurgarme mirándome a los ojos.

Mientras tanto me quedo con tu estrella clavada
en el alma del alma capándome el dolor,
pero reconfortado, custodiando el ovillo
de amistades tejidas, confidencias y tiempos.

No te muerdas la lengua, pero los “tacos” justos.
Tú asómate al ladito como disimulando
por si estuviera escrito mi nombre en la casilla,
espérame que voy con dos martinis secos.


A ti,  amiga del alma  y en tu recuerdo siempre vivo.
Marga, desacansa en paz.


Félix

domingo, 26 de febrero de 2012

A mi amiga y poeta Lidia Guerra:


avecilla de luz preciosa alondra...

… alondra con el ala desplumada
el peso gris del plomo va en la herida
y herida tú llegaste a su ventana
curado el cuerpecillo y la voz  ronca
qué importa quién te hirió no importa nada
para poder cantar hay otros mundos
y cantaste con voz tan bien timbrada
que a escucharte vamos las avecillas
cómo cantas y en vuelo vas tan alta
planeas libertades y justicias
remontando el pasado como un águila
tu hermana soledad por lazarillo
sobrevuela la fe por las montañas
misterios de la muerte y de la vida
que hasta el fondo bajo su luz indagas
si tu novio y tu amante es el quijote
tu corazón te dicta lo que hablas
no sufras más por ese amor callado
hasta dejar de amar por amor amas
ama y canta en todos los amores
vendremos cada día a tu ventana
pocas voces tan dulces cual la tuya
tan bellas placenteras y tan gratas
avecilla de luz preciosa alondra
alondra con el ala desplumada…

Beethart

A L O N D R A



Alondra es Lidia Guerra, es mexicana y es mi amiga. La admiro como mujer y como poeta. Me propongo ir colgando por los distintos apartados algunos de sus valiosos escritos. Para mí es un gran placer contar con su permiso para hacerlo. Escuchad cómo canta esta alondra, escuchad, que es bonito:

El canto del poeta

Busco revivir mi alma
con el canto del poeta,
con el sonido de la lira,
quiero cantarle
a la melancolía,
y que en mi labios
vuelva a surgir,
la palabra que enamora.

Voy a ir por los caminos
escuchando el sonido
de las cosas,
y aprender del silencio
de los árboles;
para luego en la inmensidad
de los bosques,
dejar salir el himno triste
de mi corazón.

Voy a buscar la serenidad
de la luna;
y llenar con su diáfana luz
las notas de mi canción,
después en la sosegada
noche...
revivir la magia del amor.

Yo necesito la firmeza
de la montaña;
para soportar los embates
de los vientos,
que nada apague mi voz,
yo quiero renacer en ti,
revivir mi alma
y resplandecer;
con el canto del poeta.

Alondra

viernes, 24 de febrero de 2012

Miriades



Miriades es una amiga argentina, que he tenido la suerte de conocer en una página literaria de la red y con la que muy pronto he sintonizado.
De su escritura me ha cautivado la manera sutil y delicada de decir, así como la exquisitez  y el mimo, con que adereza sus escritos.
A través de las respuestas dadas en una entrevista que se le hizo en la página a la que me referí y, por sus propios escritos, deduzco que es una mujer dulce, romántica y sensible, sencilla, delicada y cultivada en el espíritu, con los pies pisando tierra y la cabeza equilibrada y bien amueblada. Su nombre verdadero es María Inés Arias.
Subyugada por el mundo mágico de la infancia, es amante de la literatura infantil  y tiene una disposición única para introducirse en la magia de la fantasía y crear cuentos preciosos y poemas admirables  llenos de encanto y de ternura.
Además de la adoración por su familia, sus aficiones preferidas son la poesía japonesa y los animales.
Con su permiso, es para mí un honor y un placer traer hasta aquí, algunas de sus cosas.


Regalo del tiempo

Con el revolear de bucles
de mi lánguida cabellera
percibo el rumbo de tus dedos
y subiendo poco a poco
el ademán de mi pecho
no esquivo grata caricia
sino en ascuas, me entrego.
Tu sudor se hace en mis venas
la esperanza rebuscada de sonrisas.
Convidas palabras con tus fábulas.
En regocijo, mis sentidos se aíslan.
En medio nuestras miradas se enlazan
en hilos huidizos del ahora.
Ardientes nos cruzamos en campos de jazmines,
un perfume a éxtasis nos engarza,
un cierzo asedado desnuda pieles
y ese pasto en mullido colchón va,
entre huellas de besos, abrazos y
nacientes "te quiero",
que detienen el tiempo
al ritmo de un tic-tac de corazones.

María Inés Arias

miércoles, 22 de febrero de 2012

La señal

Buenas noches amigos, os dejo unos poemas y una canción tan hermosa como esta amistad que
 nos une.





En la madrugada, absorta en mis pensamientos,

Una mariposa amarilla, saluda graciosa,
pido la señal de esta certeza, divina que tengo,
de que mi destino eres tú, es lo que necesito.
Todo indica que mis temores son de lejos,
los tuyos, son míos, y yo te amo y te quiero.

Amarilla, como margarita, mariposa bendita.
Todo cuanto poseo de tu persona es misterio,
tu voz, canciones, confesiones y juegos.
La señal se cuela por mi puerta, abro,
y ahí estás, siempre, te busco, me encuentras.
Solo el destino podrá sembrar la dicha ,
en la señal que hace tiempo, sin querer, espero.

luci




martes, 21 de febrero de 2012

El algarrobo


La algarroba

Que lindo fue ver aquel sol naciente elevarse sobre el mar. Sobretodo después de aquella cálida noche pasada entre sus brazos al aire libre, debajo el algarrobo.
Una algarroba nos llevamos de recuerdo, y en la mesita de noche descansa... Si pudiera hablar, contar lo que presenció...


Imma


Hasta entonces este árbol había pasado completamente inadvertido para mí. Hoy, me suscita recuerdos agradables y hasta su nombre me resulta simpático.

El algarrobo 

Bajo aquel algarrobo
a media tarde,
sorprendidos de urgencias,
sin vernos nadie,
recreamos los astros,
la luz y el aire.

Reinventamos montañas,
ríos y mares,
los bosques, los desiertos
y los volcanes,
de las flores el nombre
y los animales.

Rezamos los misterios
de nuestra carne,
en rosarios larguísimos
de besos y ayes
y breves letanías
impronunciables.

Bajo aquel algarrobo
murió la tarde,
satisfechos de urgencias,
sin vernos nadie,
cogidos de la mano,
nos besó el aire.


 Félix

sábado, 18 de febrero de 2012

Espero me permitan regalarles un audiovisual de mano de unos buenos amigos míos, en primer lugar Andrés que su trabajo con cariño y esfuerzo, no hace emocionar y agradecer poder compartir entre amigos, segundo, no menos importante a mi querídisima amiga Maria , conocida como Shosha, que es su primera vez en particiar en audiovisuales.



domingo, 5 de febrero de 2012

A los que dan sin  más intención, que acurrucar sus sentidos, para aquellos amigos que la sonrisa le adorna cada día al amigo, a sí mismo, por esa entrega , por estar sin pedirlo, a esos amigos que sus versos, reflexiones y ternura cálida, para ellos, van mis líneas, en especial a Inma y Felix.

sábado, 4 de febrero de 2012

Noche estrellada


Iorana o Maggie Carson es Margarita Carmona, Es una mujer valiente y tierna a partes iguales. Chilena de nacimiento, tuvo que exiliarse a Suecia por motivos políticos.Aunque ha vivido la mitad de su vida en este país, sigue llevando a su “Chilito” en el corazón.También sigue llevando en el corazón el recuerdo de su querido marido que falleció hace algún tiempo. Esta mujer que vive por y para sus hijas y sus nietos y que escribe tan dulcemente es mi amiga Iorana.
“Te dejo ir” es un poema extrordinario donde queda patente los sentimientos amorosos hacia su esposo que ya partió.
También en el dueto expresa este mismo amor. Es un diálogo amoroso entre almas, en el que yo tomé el papel del amado, en un intento de réplica.



Dueto de Iorana y Beethart 


Alma enamorada

En el cielo, se ve el azul

de tu alma enamorada

llenando tu boca

con capullos de mariposas.




Es el azul de ese cielo

que reflejan nuestras almas

donde el amor tiene cuna,

donde sobran las palabras,

donde los labios se encienden

mientras la luna se apaga.



Tus ojos con la mirada

dicen te amo, me quedo

quietecita en tus brazos

donde se escucha el viento cantar.



En arpegios viene el viento

y en melodía acordada.

Acurrucada en mis brazos,

el dulzor de tu mirada

me enhebra placeres lentos

en letanía sagrada.



A lo lejos brillan los luceros

que se confunden

con nuestro amor,

tu mirada sucumbe

cayendo entre flores tristes

por no estar conmigo

Siento ángeles que vuelan,

es tu alma,

que ronda esta noche mágica,

te beso entre jazmines.




Los luceros lucen tristes

queman su pena en la llama.

En esta mágica noche

no de cuerpos, noche de almas,

entre jazmines tus besos

cauterizan como brasas

la herida de no tenerte

y esta ausencia tan amarga.


Iorana - Beethzart

Te dejo ir







Te dejo ir con mis penas enredadas en el aire.
Volarán los ángeles a la tumba fría,
y yo te rodearé con tierra santa,
entonces se sentirá el trinar de las aves
cantando una canción
que te llevará al cielo donde esperan por ti.

La lluvia mojará tus penas colgadas en el tiempo,
tu mirada llenará los prados de tristeza
porque aún se escucha tu llanto
en las noches más frías
y se confunde tu cantar
con el eco de las caracolas dormidas.

Te cubriré con flores
que vienen de la luna, blanca como tu alma,
entre los jazmines
sentiremos un murmullo de mariposas,
tus manos se elevarán al cielo
donde tus ojos se cubrirán de rosas.
Aun siento de tu boca el aroma
en el aire que roza la aurora.

Te sepulté con amargura,
con suma tristeza y con dolor,
te sepulté con ira y con plegarias
y para no gritar tapé mi boca.

Con mis ojos cerrados lloré tu partida,
mientras en el corazón se congelaba la amargura
levanté las manos hacia el sol para pedir por ti
y me quedé muda sin decir palabras
cuando de rosas rodeamos tu cuerpo.

Contigo fue mi alma
contigo va mi dulce amor,
aún veo tus angelicales ojos de mirada triste,
cansados del recorrido junto al viento,
tus lágrimas flrecen
en un río de aguas amansadas.

Aún siento tu risa, tu lento caminar,
tus manos que acarician los lirios...
Todos los luceros de las noches
se posan en tu cuerpo.
¡Eres hermoso y, como el vino,
embriagador!

Eres dulce como la uva madura,
las amapolas besan
tu boca hecha de miel,
rocas fornidas duermen en tus brazos
como duerme tu amor en el silencio.

Te dejo ir con mis miedos,
con mi esperanza de ver las estrellas.
Nunca me abrazará el olvido,
sólo acunaré los recuerdos,
que están tejidos con los hilos del amor.

Te dejo ir, con el alma calmada
cerré tus ojos, y ahora,
redeado de espigas maduras
entre melocotones de verano,
te dejo ir y te sigo besando
con la esperanza de volver a ti.

Maggie Carmona (Iorana)